martes, 7 de mayo de 2013

ESTADO DEPENDIENTE-OPIO

El opio, aclamado en países como India y conocido en otros medicamentos como morfina y sustancias alucinógenas fuertes como la heroína. Opio es una palabra que deriva del vocablo latino opĭum y hace referencia a una sustancia amarga y de aroma poderoso que se utiliza como estupefaciente. El opio se obtiene de las cabezas de adormideras verdes. Durante siglos, el opio (Papaver
somniferum) fue un medicamento y un producto del que se hacía un uso recreativo. Sus propiedades
alimentaron su leyenda y los escritores describieron y a menudo fantasearon sobre sus experiencias con una sustancia que tras alimentar un comercio de grandes proporciones y las guerras del opio, está actualmente severamente intervenida.
Más tarde el opio fue prescrito para reducir el dolor y producir la calma o sueño; también para la tos y la diarrea. Durante la Edad Media, fue ampliamente prescrito, en
parte como resultado de la influencia árabe
en la medicina europea; fue ingrediente de
muchas preparaciones durante el Renacimiento,
y su aplicación en siquiatría se hizo para el amplio campo de los estados de excitación llamados "manías", para la
histeria y la hipocondría. En los últimos años del siglo XIX e aislo la morfina y se sintetizo la heroína  o acetilmorfina. Con los opiáceos ocurre como con otras sustancias psicoactivas que se consumen simultanea o alternativamente (opiáceos, anfetaminas, alcohol, cocaína, marihuana, metacualona, etc.), y además la sustancia suele expenderse mezclada con otros componentes, como quinina. Cuentan los expertos que, si el opio se deja secar más de la cuenta, se transforma en una piedra sólida de color más oscuro debido a la pérdida de agua y la concentración de sus alcaloides: morfina, codeína, tebaína, narcotina y narceína, entre otros.
La ingesta de opio genera varios efectos en el organismo del ser humano. Primero se experimenta una somnolencia que continúa con picores y hormigueo y puede seguir con alucinaciones, náuseas y vómitos.El opio puede fumarse, ingerirse por vía oral o beberse a modo de infusión. El proceso para fumar opio implica diluir la sustancia en agua y calentarla a fuego lento, para luego filtrarla y volverla a calentar hasta que se evapore el agua. Cabe destacar que, por sus efectos dañinos sobre el organismo, la comercialización y posesión del opio está prohibida en la mayoría de los países.
recordemos que hubo una guerra por este alucinógeno llamada la guerra del opio, la cual conflicto que se desencadenó durante los años 1839 y 1842 entre China y Gran Bretaña, cuyo origen estuvo relacionado con el comienzo de la comercialización del opio en China; el mismo, era vendido por el gobierno británico que dominaba entonces las Indias Orientales, lugar donde se cultivaba. Para los británicos la venta de opio significaba una importante fuente de ingresos, a través de los cuales podían contrarrestar el inmenso gasto que para ellos suponía la importación de té desde China. Sin embargo, el gobierno chino no estuvo de acuerdo con esta comercialización y prohibió la venta y el consumo de este estupefaciente en el territorio.

martes, 9 de abril de 2013

Estado Dependiente-El bazuco

El bazuco  es una sustancia psicoactiva compuesta principalmente por las extracción de alcaloides de la hoja de coca que no llegan a ser procesados hasta convertirse en el clorhidrato de cocaína, que es la forma más común y buscada de presentación de esa sustancia. La extracción de los mismos se realiza mediante la maceración de la hoja de coca en queroseno u otros solventes, pero por la escasez de precursores químicos para convertir este grupo de alcaloides en la sal de cocaína por reacción con el ácido clorhídrico, se vende de esta forma en buena parte de Sudamérica. El bazuco no es soluble en agua, ni se puede esnifar, ni tampoco inyectar, por lo que sólo puede consumirse fumando, en forma de cigarrillo o pipa. Es altamente adictiva y es muy común entre los sectores más pobres de las diferentes países por su bajo coste y fácil adquisición en las calles.

En Colombia comienza el consumo de pasta de coca o bazuco a partir de los años 70. El bazuco tuvo una gran aceptación entre los consumidores, que logró desplazar el uso de drogas como los tranquilizantes, inhalantes, mandrax entre otras, y se presentó en todas las capas sociales.

Esta sustancia era llevada a Colombia en forma de pasta básica, y en vista de rentabilidad empezó a cultivarse. Por causa de los altos costos que implica el consumo de cocaína pura, se generó la producción de “BASE DE COCAÍNA”, pasta de coca, sulfato de cocaína o BASUCO, como generalmente se conoce en los medios de comunicación. Esta modificación en la producción y mercadeo, hizo posible la invasión de este terrible flagelo a capas sociales menos favorecidas económicamente, puesto que la impureza del producto y las sustancias agregadas, permiten un costo menor. Con frecuencia, esta droga se inicia con el consumo combinado de otras sustancias como el cigarrillo, marihuana más cocaína, para concluir el consumo de Bazuco. Recordemos que de todas las sustancias psicoactivas disponibles en el mercado nacional la más adictiva es sin lugar a dudas el BASUCO.
 En Venezuela, Ecuador y Colombia se le conoce como basuco, ya que hace parte de un juego de palabras "basura de coca" y cuyo origen se le atribuye a Carlos Lehder, reconocido narcotraficante colombiano. Las etapas por las que transita un consumidor al momento de consumir bazuco  son cuatro:
•Euforia: disminución de las inhibiciones, sensación de bienestar, de poder, aceleración del ritmo cardiaco y latidos más fuertes.
•Disforia: comienzo de sentimiento de angustia, depresión e inseguridad, necesidad imperiosa de volver a fumar para evitar esa caída tan abrupta que siente el consumidor.
•Adicción: consumo sin interrupciones, buscando mitigar la sensación de disforia o deseando la sensación de euforia previa.
•Etapa de psicosis y alucinaciones (en consumidores compulsivos y que ya lleven mucho tiempo consumiéndola o en personas con tendencias genéticas a sufrir desequilibrios mentales suele desencadenar los mismos a muy corto plazo): surge la pérdida de contacto con la realidad, agitación, paranoias, agresividad y alucinaciones que pueden durar semanas (siempre y cuando no se deje de consumir). Durante la euforia, pueden manifestarse diversos efectos según la persona, puede parecer atontada, se queda sin hablar y se le abren los ojos más de lo normal, se le dilatan las pupilas, puede manifestar una verborragia desmedida y más aceleración que la cocaína, en muchos individuos esa sensación de poder los torna agresivos y les quita la capacidad de razonar, rebajándose muchas veces al nivel de un animal. Luego de esta euforia pasajera todo lo demás es disforia y adicción o como se dice popularmente "fisura" o estar "doblado", "quebrado", la persona se vuelve seria y su único interés es seguir fumando a cualquier costo, de ahí viene el altísimo nivel de robos y asesinatos con tal de conseguir su dosis, que nunca es suficiente para el que la consume.

recordemos  que de los 2,4 millones de personas en condiciones vulnerables, 1.8 millones son hombres y 0.6 millones son mujeres. Es decir que de cada 4 personas con consumo por consumo problemático, 3 son hombres y 1 es mujer. Por otra parte esta condición afecta a casi un 20% de la población entre 18 y 24 años, lo que equivale a 670 mil jóvenes en ese grupo de edad. En términos de estratos socioeconómicos, los porcentajes respecto de la población total son bastante similares. Sin embargo, cuando se considera solo a los consumidores del ultimo mes, se tiene que el estrato 1 es el que presenta mayor porcentaje  de consumo problemático con un 44%, cifra que se reduce a un 20% en los estratos 5 y 6, datos que arrojo el estudio nacional sobre drogas colombianas.

el basuco, un 1,1% de la población global declaró haber usado esta droga al menos una vez en la vida, cifra quese reduce a menos de un 0,2% cuando se evalúa el uso reciente o en los
últimos 12 meses. Esta cifra equivale a cerca de 34 mil personas. La mayoría de ellas (29 mil) son hombres de 25 a 34 años (11 mil) y muy concentrado en
los estratos 1 a 3.
 De estas 34 mil personas, casi un 78% califican para “abuso” y “dependientes”, es decir algo más de 26 mil personas. De esta forma esta droga es la que presenta, proporcionalmente hablando, la mayor tasa de
abusadores y dependientes. La gran mayoría de estas personas son hombres, 24 mil, lo que representa una tasa de abuso o dependencia de cerca de 83% entre los consumidores.
 Por otra parte, un 0,9% de la población declaró haber consumido éxtasis alguna vez en la vida. Esta cifra baja a un 0,3% en relación con la declaración del uso de esta droga en el último año, lo que representa a unas 55 mil personas en el país. Mayoritariamente estas personas son hombres
(38 mil), jóvenes entre 18 y 24 años (31 mil) y de los estratos 4, 5 y 6 (21
mil). La percepción de riesgo respecto del uso de éxtasis es bastante grande llegando a 83% de la población percibiendo un gran riesgo al frente al “consumo una o dos veces”, cifra que llega a casi el 90% cuando se trata del “consumo tres o más veces al mes”, no habiendo diferencias por sexo. Sin
Embargo, la percepción de riesgo es menor en los más jóvenes y en el estrato 1. 

Estado Dependiente- Tabaquismo

El tabaco, el cual ha sido catalogado como un problema bastante grave en nuestros adolescentes y niños El tabaco es un producto vegetal obtenido de las hojas de varias plantas. Se consume de varias formas, siendo la principal, fumada. Su particular contenido en nicotina la convierte en adictiva. Se comercializa legalmente en todo el mundo aunque tiene numerosas restricciones para ser fumada en muchos países ya que posee efectos adversos para la salud pública. 

Recordemos que la sustancia química a la cual se le atribuye la adicción al tabaco es la nicotina y este contiene más de 19 químicos cancerígenos conocidos (la mayoría se conocen como "alquitrán"). Además se cree que la nicotina es el estimulante responsable de la dependencia del tabaco, es un químico adictivo que obliga a los fumadores a continuar consumiendo cigarrillo.

Cuando se usa durante un período largo, el tabaco y los químicos conexos, como el alquitrán y la nicotina, pueden incrementar el riesgo de muchos problemas de salud, principalmente cáncer. En la mujer gestante el cigarrillo produce aumento de la frecuencia cardíaca fetal de 130 a 180 latidos por minuto; además el riesgo de aborto, el desprendimiento prematuro de placenta y el parto prematuro es elevado.



Los bebés y los niños que regularmente están expuestos al humo indirecto del cigarrillo están en riesgo de asma, infecciones, daño pulmonar y síndrome de muerte súbita del lactante, enfermedades bastante graves que están afectando a nuestros niños y juventud en general. Los fumadores  continúan corriendo muchos riesgos de salud: Aumento del riesgo de cáncer nasal o bucal, Problemas de las encías, desgaste de los dientes y caries y Empeoramiento de la hipertensión arterial y la angina.

Según los estudios epidemiológicos responsabilizan al tabaco como el causante del 30% de todos los cánceres diagnosticados. La O.M.S. declara que el riesgo de desarrollar un cáncer del pulmón se multiplica por 25 ó 30 entre los fumadores.

Recordemos que en la actualidad se tiene conciencia de los problemas generados por el consumo de tabaco y la OMS ha definido el tabaquismo como la principal causa evitable de muerte precoz, las nuevas generaciones se mantiene adictas al consumo ya que la nicotina es la sustancia que adicción genera.
La nicotina a nivel cerebral actua como un estimulante, que produce un patrón de alerta lo que mejora la ejecución de pruebas motoras y sensoriales, facilita la memoria y disminuye la irritabilidad. A nivel cardiaco puede producir taquicardia (aumento de la frecuencia cardiaca. Casi todos los efectos que percibe el fumador están relacionados a la reversión de la abstinencia nicotínica. 




Estado Dependiente- El Alcohol

El alcohol, cuyo consumo abusivo ha generado una grave problemática social que no ha sido  atendida por los entes gubernamentales y políticos, y las empresas productoras no se hacen cargo del problema de salud que este ha generado. El alcohol, el cual ha acompañado a la humanidad desde sus inicios, ya que se encuentran rastros arqueológicos de la fermentación de cereales para la obtención de alcohol, que datan del 5000 antes de cristo.  Dentro de la historia del consumo del alcohol fue ilegalizado en 1919 en Estados Unidos, pero el consumo no se vio afectado, más bien creció, y la destilerías piratas generaron un problema de salud que solo la legalización de la sustancia puedo frenar pero no detener.

El alcohol se comporta como un depresor de la función cerebral, aunque a dosis baja tiene efectos ansiolíticos, es decir reducen la ansiedad y puede causar euforia y comportamiento alocado. A altas dosis si producen deficiencia en el rendimiento psicomotor, que explica los síntomas que se presentan en una borrachera.

Un bebedor social se puede describir por dos características, tomo con agrada un trago, es decir lo disfruta y es capaz de para de beber cuando lo desee. Mientras el bebedor problemático no puede simplemente disfrutar de unos tragos si no que no puede parar beber hasta perder el control, esto trae problemas familiares y desencadena en muchos casos reacciones violentas.

Recordemos que muchos de los escándalos que ha generado la opinión pública están relacionados con el consumo de alcohol. Siendo una problemática tan socialmente vista las organizaciones gubernamentales no se encargan de este problema, mientras organizaciones sin ánimo de lucro como Alcohólicos Anónimos está dispuesta y toma en sus manos esta problemática y da una solución, esta comunidad ha tenido gran éxito en la rehabilitación de alcohólico y está presente en más 185 países.

La problemática social que representa el alcohol a evolucionado y en los años 80 se tenía como estadística que los hombre comenzaban consumo a los 18 y las mujeres a los 20, mientras los últimos datos no indica n que los niños inician el consumo de alcohol a las 11 y las niñas a los 14.
Las estadísticas indican que el 12.1% de los estudiantes en Colombia declaran haber consumido al menos una sustancia ilícita o de uso indebido. Más adelante el Estudio Nacional sobre Consumo de Sustancias, señala que respecto al consumo reciente este es de 8,6%, es decir, cerca de 300 mil escolares. En cuanto a la facilidad para conseguir el alcohol, Un 70,8% de los escolares indican que les resultaría fácil comprar alcohol, así que podemos observar que es un gran problema no solo para la juventud, sino para la población en general.
 


lunes, 26 de noviembre de 2012

El burgomaestre vendió la teoría de que si el Estado no solo asiste al drogadicto con medicamentos, sino que le facilita las dosis de sustancias psicoactivas, los índices de criminalidad se reducirían como resultado. Como era de esperarse, pocos se la compraron. La ministra de Salud, Beatriz Londoño, pidió evidencia científica para sustentar la propuesta. El procurador Alejandro Ordoñez fue más lejos, "se la fumó verde", dijo, (aunque después se retractó) y la calificó de inconstitucional. Salvo el fiscal Eduardo Montealegre, quien se refirió a la propuesta como "audaz" y pidió debatirla sin miedo, y el magistrado de la Corte Suprema de Justicia Leonidas Bustos, para quien una iniciativa como esta "le haría mucho bien a la sociedad", las opiniones fueron críticas y cargadas de escepticismo.

El problema fue que Petro hizo una propuesta de salud pública con fines de política criminal. Enfatizó en que de esta manera se combatiría al microtráfico, pero no explicó cómo se deberían tratar a los drogadictos. Al final, quedaron en el ambiente más dudas que respuestas y por eso tanto el secretario de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, como el propio alcalde, tuvieron que corregir la plana. Explicaron, días después, que no se trataba de crear zonas de tolerancia al consumo de estupefacientes en la ciudad, sino de debatir un mecanismo que conciba al adicto como a un enfermo, no como a un criminal. Esta forma de ver el problema ya está incluida en la ley colombiana. 

El secretario de salud de la capital anunció que en dos meses saldrán a las calles unas unidades móviles (Centros de Atención Médica para Adictos a las Drogas, Camad) para tratar a los drogadictos. Estos vehículos estarán equipados con profesionales de la salud y medicamentos para mitigar el síndrome de abstinencia. Centros como este ya se habían implementado en otros gobiernos distritales. Lo novedoso es que atenderán in situ a las poblaciones alrededor de los expendios (el Bronx y San Bernardo) en el centro de Bogotá. La iniciativa es positiva pues muestra un interés de la Alcaldía por ayudar a personas afectadas por la adicción. Así se rectificó lo que al comienzo pareció una salida en falso del alcalde. 

Más allá de la revisión de la medida por el Distrito, la pertinencia del debate, y su incidencia nacional, quedaron sobre la mesa. El aumento del uso de drogas en todo el mundo, pero también el interés de varios países, incluido Colombia, por discutir alternativas distintas a la represión para combatir el narcotráfico, no se puede soslayar. 

Uno de los componentes más polémicos de la propuesta sería la eventual entrega de droga a los adictos por parte del Estado. En 2009, una reforma de la Constitución de 1991 que pretendía prohibir el porte de drogas, terminó aceptando que los pacientes puedan portarlas con prescripción médica. Con esa norma en mente Petro invocó la facultad del Estado para darles dosis mínimas a los adictos. No obstante, hasta ahora se desconoce el efecto de esa parte de la Carta, pues en Colombia no se sabe de tratamientos médicos que usen las drogas ilícitas como parte de terapias para dejar de consumirlas. Lo que sí está claro es que el Estado no puede proveer drogas ilegales al consumidor, así sea de manera controlada. Para que esto fuera posible, el debate pasaría por la legalización, cuestión que seguramente los países tendrán que considerar algún día, pero cuyas conclusiones se conocerán en un futuro no tan cercano.

Sin embargo, se ha argumentado que medidas semejantes a las que propone Petro se han implementado en Holanda, Suiza o España (ver recuadro). Pero, como dijo a SEMANA el representante de la Cámara Alfonso Prada, "las realidades de consumo, sociales y económicas de esos países son distintas". En primer lugar, los centros de consumo controlado que han dado resultado en Europa han sido habilitados para adictos a la heroína. Esa particularidad es importante. En Colombia, según el estudio de sustancias psicoactivas en Bogotá hecho por la Secretaría de Salud en 2008, no se presentó consumo de esa droga entre los más de 6.600 encuestados, y solo 7 personas la habían consumido una vez en la vida. Es decir, si se quisiera replicar la fórmula solo beneficiarían a una minoría de adictos que todavía es difícil determinar. Las razónes por las que España y Suiza, a mediados de los ochenta, implementaron los primeros centros de consumo para heroinómanos, en los que se sustituye la heroína por metadona, fueron para evitar el contagio de Sida y las muertes por el consumo de sustancias adulteradas. En políticas públicas eso se conoce como 'el mal menor'. La medida se ha extendido a muchas ciudades de Europa y de Canadá.

Pero de Madrid a Bogotá hay mucho trecho. Según el estudio mencionado, cuyos datos fueron utilizados por Petro para defender su propuesta, cerca de 70.000 bogotanos podrían considerarse adictos a la marihuana, 16.000 a la cocaína y 7.000 al bazuco. Cada una de estas adicciones, sin embargo, supone retos distintos desde el punto de vista terapéutico y farmacológico. Y en el país no se conoce de tratamientos que utilicen dosis de esas sustancias para tratar las adicciones. El alcalde se atrevió a sugerir que las dosis para atender a los adictos saldrían de las incautaciones que hacen las autoridades, una medida que no se ha implementado en ningún país. 

El problema de salud pública que entraña la drogadicción es un reto enorme para cualquier sociedad. Para empezar, los tratamientos son muy costosos. Por ejemplo, en un centro de rehabilitación privado el tratamiento promedio de un adicto vale 15 millones de pesos. Pero la mayoría (más del 70 por ciento) de los adictos reinciden, por lo que se requeriría dos o tres veces esa cantidad de dinero. Según datos del estudio nacional de consumo de sustancias psicoactivas en Colombia, en 2008 había cerca de 300.000 adictos a alguna droga. Un país no puede dejar perder esa población y por eso debe actuar. Pero, las políticas públicas, aunque las ha habido, son insuficientes. Actualmente el Estado solo tiene capacidad para atender uno de cada 1.000 adictos. Y solo el 15 por ciento de los centros de rehabilitación son públicos.